Shirakawago, el poblet de les teulades de palla
Les imatges parlen per si soles. Aquest poblet és Patrimoni de la Humanitat de la UNESCO i només hi poden comprar casa els vilatans. Les han de conservar amb les teulades de palla, que canvien cada X anys (s'ajuda tot el poble). Vam visitar una de les cases per dins. Gairebé tot és fet de l'arròs que conreen, fins i tot les sandàlies. Després, vam tornar a agafar el tren bala i vam dormir per primera vegada al terra, en un llit tradicional. Molt i molt còmode i portàvem els yukata per a dormir. Aquest cop, en lloc d'anar a l'onsen típic, vam llogar-ne un per a dos (havia llegit per Internet que l'hotel en tenia i per només 1.000 iens -els altres són gratuïts- hi vam estar 45-50 minuts).
Tokio me encantó, pero ahora me están entrando más ganas de volver y ver todo Japón.
ResponEliminaA ver si podemos volver pronto y de vacaciones porque Fran no tuvo tiempo ni de ver Tokio. Trabajó día y noche sin parar y cuando salía de la oficina ya habían cerrado casi todos los restaurantes, así que muchas cenas fueron helados en algún super de 24 horas y vuelta al hotel para seguir trabando.
¡Pobre Fran! En Japón todo cierra muy pronto también... así que me imagino. Y la gastronomía también da para un libro.
EliminaTokio es muy distinto del resto del país, pero la verdad es que creo que yo también volvería, ahora por las regiones más desconocidas para los turistas, las islas... Lo que pasa es que está muy lejos como para volver pronto y que nos impresionó mucho como para repetir esta sensación.